Próspero Bonelli sufrió un despiste en la primera serie y quedó sin chances de formar parte de lo que fue la duodécima final del año del Turismo Carretera disputada en el Club de Volantes Entrerrianos de la ciudad de Paraná.
Otro complicado fin de semana le tocó vivir al uruguayense, en el cual no pudo ni siquiera participar de la carrera principal y en el que nuevamente un pequeño detalle le jugó una mala pasada.
El viernes Bonelli quedaba ubicado en el puesto treinta y uno de la clasificación general, separado por 1”57/100 de Matías Rossi, quien era el más veloz. El sábado el entrerriano no podía aprovechar al máximo la tanda de entrenamientos, ya que una perdida de aceite en el impulsor lo obligaba a detenerse en boxes.
A la hora de la segunda posibilidad clasificatoria, más precisamente cuando le tocaba salir a pista a su grupo, el sol salía en todo su esplendor y aumentaba la temperatura en pista. Igualmente el Pope se las rebuscaba para bajar su registro en 12/100 y aguantar la trigésimo primera ubicación.
El domingo amanecía muy lluvioso en la capital provincial, especialmente cuando daría comienzo el primer espectáculo del TC. El Pope se ubicaba en fila india y mantenía la undécima posición , pero enseguida se le rompía el limpiaparabrisas lo que le ocasionaba un despiste. El parabrisas quedaba completamente tapado de barro y obligaba al entrerriano a entrar a boxes a limpiarlo, por lo que perdía una vuelta con respecto al pelotón y lo dejaba sin chances de ingresar en la carrera final.
“Nos vamos muy tristes por no poder largar la final. No ligamos una en todo el fin de semana. Es real que la mala racha nos viene siguiendo desde hace un tiempo, pero no por ello vamos a bajar los brazos. Para la próxima competencia redoblaremos los trabajos para tratar de revertirlo de una vez por todas”, expresó un apenado Bonelli.
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