Objetivo cumplido !

El Pope entrando a boxes luego de la serie.-

Próspero Bonelli finalizó en el puesto veintidós de lo que fue la última final del año del Turismo Carretera disputada ayer en el autódromo Juan y Oscar Gálvez de la ciudad de Buenos Aires.

El piloto uruguayense cerró de forma decorosa su primera temporada dentro de la máxima categoría del automovilismo nacional, en la cual se cosechó excelentes resultados parciales y especialmente mucha experiencia que servirá para afrontar el 2009 con la mayor de las expectativas.

El viernes amanecía lluvioso en la Capital Federal por lo que el primer tercio del TC, el primero en tomar contacto con el trazado, no podía entrenar con una situación de pista ideal ya que, si bien la lluvia había parado, todavía quedaban sectores húmedos.

El Pope salía en el último tercio con un estado de pista mejor y se ubicaba segundo en la primera tanda de entrenamientos con un registro de 1’42”00 quedando a 16/100 de Laureano Campanera, quien era el más rápido.

A la hora de clasificar el entrerriano bajaba su registro en 28/100 y se ubicaba en el puesto diecisiete quedando a sólo 59/100 de Omar Martínez, quien era el más veloz.

El sábado Bonelli no podía mejorar lo realizado el día anterior y quedaba ubicado en el puesto veintiuno de la clasificación general, quedando a 83/100 del Gurí quien se adueñaba del primer punto en juego de la jornada. “El chasis funciona bárbaro pero las mejoras que el motor acusó en el banco de pruebas no se ven reflejadas en pista. Estamos perdiendo en los parciales de recta con respecto a los primeros”, expresaba Próspero una vez terminada la tanda.

El domingo amanecía nuevamente oscuro en Buenos Aires y con factores desfavorables de pista. El entrerriano partía en la tercera serie desde la cuarta fila, pero una situación de piso muy complicada, sumado a que el zorrino limpiaparabrisas dejaba de funcionar en la vuelta previa le hacían perder bastante terreno por lo que cruzaba la bandera a cuadros en la duodécima posición.

En la final Bonelli largaba desde la fila diecisiete. El entrerriano planteaba una carrera de menor a mayor y tratando de no arriesgar demasiado. Igualmente fue avanzando poco a poco hasta cruzar la meta en la posición veintidós y cerrar una buena labor.

“Lamentablemente algún problema debe tener el impulsor, porque a medida que pasaban las vueltas cada vez era menos competitivo y no me permitía superar máquinas. Creo que cerramos un buen año de aprendizaje en el que de a poco fuimos limando décimas y terminamos a menos de un segundo de la punta. Ahora tenemos todo el verano para trabajar a full como para el año próximo arrancar desde la primera fecha intentando estar entre las quince mejores máquinas de la categoría”, completó Bonelli, quien en el 2009 lucirá en los laterales de su Ford el Nº 36.